El curado del tabaco virginia al aire caliente debe considerarse tanto un arte como una ciencia, debido a diferencias sutiles entre curas como resultado del propio tabaco (cuerpo, posición del tallo, contenido de humedad, etc.), instalaciones de curado y condiciones climáticas. Es difícil usar un programa de curado fijo porque cada galpón de curado es diferente. Acá explicaremos pautas generales que deben ser modificadas con base en condiciones específicas.
El proceso a grandes rasgos consta de tres etapas principales: amarillamiento, secado de la hoja y secado del tallo o vena de la hoja. La parte más crítica es la del amarillamiento, donde ocurren la mayor parte de los cambios bioquímicos que transforman la hoja y le dan sus características fundamentales
Las hojas cosechadas deben mantenerse vivas durante el período de amarillamiento para que puedan ocurrir cambios químicos y de color deseables. Al mismo tiempo, debe tener lugar un secado suficiente para que cuando se complete el amarilleo las hojas se marchiten por completo. Después de que las hojas alcancen el amarillo deseado, la temperatura debe elevarse para matar el tejido y detener los cambios químicos y de color. Si las hojas se matan demasiado pronto al secarse con temperaturas muy altas, el color permanecerá verde, por no degradarse la clorofila. Con la temperatura óptima se logra ese color (naranja-limón) tan deseado. El resto de la cura es simplemente una cuestión de secar la hoja y los tallos para conservar el color y otras características.
La razón de mantener la hoja viva tanto tiempo con la temperatura y humedad adecuadas se debe a que todos los cambios bioquímicos que sufre la hoja son 100% naturales. Es un proceso similar al cambio de color que tienen las hojas en otoño, pero controlando la temperatura y humedad con precisión. Lo que se busca principalmente es degradar el almidón natural que tienen todas las hojas en azúcares más simples, como glucosa y fructosa, lo que aporta considerablemente a la calidad final del tabaco. El agente principal que produce estos cambios es una fitohormona llamada etileno, que producen todas las plantas y es protagonista de importantes procesos, como la maduración de frutas y el cambio de color de las hojas en otoño. Por lo mismo, es indispensable mantener la hoja viva, para que siga produciendo etileno y así la hoja pase de un color verde a amarillo, con la respectiva transformación del almidón en azúcares. Por el contrario, si la hoja se muere muy pronto, no habrá la liberación de etileno suficiente y la hoja quedará de color verde (dando un sabor a hierba) y mucho menos dulce.
