Origen del tabaco:
El tabaco es originario de América, específicamente la especie Nicotiana Tabacum se utilizaba en América del sur y Centroamérica, y la otra especie, llamada Nicotiana Rústica, es originaria de América del norte, que por ser mucho más fuerte que la primera especie se mezclaba con otras hierbas.
La Nicotiana Tabacum es la más popular hoy en día y se cree que es original del altiplano Andino, desde donde se extendió al resto del continente, llegando hasta Centroamérica hacia el 2500-3000 a. C.
Antes de la llegada de los españoles, el tabaco era consumido por muchas culturas y civilizaciones americanas, generalmente de forma ritual, con el fin de conectarse a lo espiritual. Se consumía de muchas formas distintas, ya sea en pipa, hojas enrolladas “puros”, sahumerios o inhalando tabaco molido, usualmente mezclado con otras plantas medicinales. Por ejemplo, la ceremonia de ayahuasca, una práctica ancestral de los pueblos originarios del Amazonas, mantienen dentro de este rito el uso del tabaco.
El tabaco llega a Europa:
Fue Cristóbal Colon y sus hombres los primeros Europeos en conocer el tabaco, en islas como San Salvador, actual Cuba. Vieron la costumbre de fumarlo a través de hojas enrolladas, como una especie de puros modernos, sorprendiéndoles mucho este hábito porque en Europa era totalmente desconocido.
Rodrigo de Jerez, cuando vuelve a España, llega con la costumbre de fumar, de la misma forma que los pueblos originarios de cuba, asustando a sus vecinos porque pensaban que solo el diablo podía dar al hombre la capacidad de echar humo por la boca, siendo incluso encarcelado por el tribunal de la inquisición. Siete años después es liberado y se da cuenta de que el acto de fumar ya se está expandiendo por toda Europa, siendo incluso bien visto. Mala suerte la de este pionero.
El tabaco, en tan solo un siglo del descubrimiento de América, ya se encontraba en los más remotos lugares posibles, como las filipinas, Japón, china, india, áfrica, Siberia y Mongolia. Donde la gente lo consumía principalmente en forma de rape (tabaco molido) o simplemente fumándolo. Se usaba con cierto grado ritual y espiritual en un principio, al igual que los americanos, y se le atribuían variadas propiedades medicinales, incluso Catalina de Médici lo aspiraba en forma de rape para curar sus fuertes migrañas.
Revolución Industrial:
Antes de la revolución industrial, el mercado era dominado principalmente por España, ya que controlaba gran cantidad de la producción mundial por sus colonias en América. En ese entonces los cigarros seguían siendo un artículo de lujo porque se hacían a mano y el proceso era muy lento. Sin embargo, todo cambia, cuando en 1880, James Bonsack logra inventar una máquina automática que producía 12.000 cigarrillos por hora. Esto logra posicionar a Estados Unidos como uno de los principales productores a nivel mundial y se crean grandes monopolios y empresas que perduran hasta el día de hoy.
Historia del tabaco en Chile:
En 1753 la España dictamino el estanco del tabaco en Chile, prohibiendo el cultivo a todos los súbditos y con venta controlada solo por la corona. Ya en 1811, después de la independencia, todos podían cultivar tabaco, sin embargo, esto duro poco, ya que en 1824 el gobierno chileno le cedió el monopolio del tabaco, los naipes y el té, a Portales, Cea y Cia, según lo cual Portales pagaría la deuda externa de Chile a Inglaterra, deuda que tomo para costear la independencia de Chile. Por diversos motivos Portales no logro solventar la deuda. Luego el cultivo se volvió ilegal desde 1828 a 1881. Posterior a la prohibición floreció en Chile un mercado abundante, en el que lideraban el mercado pequeñas empresas divididas, en las cuales liaban los pitillos a mano que vendían sueltos o en cajetillas de papel (justo cuando se estaba inventando la máquina industrial de Bonsack). La máquina de bolsack llegaría 12 años después, creándose la primera gran empresa de cigarros chilena. Unas de las primeras marcas fueron La Favorita y La Santiaguina, se vendían en cajetillas de papel de a 50 unidades y unidos con una tira de totora.
El tabaco Hoy en día y su futuro:
El número de fumadores a nivel mundial cae año tras año, debido a las políticas públicas contra el tabaquismo y también por la toma de conciencia de la población para cuidar su salud. Pero crece el número de consumidores por productos de menor riesgo como son los vaporizadores o el IQOS.
Los vaporizadores y el IQOS no generan la combustión del tabaco, evitando así inhalar el humo, que es la principal fuente de compuestos cancerígenos. Sin embargo, no hay suficientes estudios que determinen los riesgos a largo plazo de estos productos.
Un peligro a futuro es que las grandes compañías tabacaleras migren a zonas en desarrollo, aprovechando menor cobro de impuestos, mano de obra barata y menos normativas sanitarias. Generando así un incremento en el número de fumadores de países pobres, donde antes casi no se consumían cigarros.
