Los tabacos son como un viaje sensorial para el paladar, una experiencia de sabores y aromas que se despliega lentamente con cada calada. Al igual que los sommeliers describen los vinos y los gourmets hablan de exquisitos platos, el mundo del tabaco también tiene su propia forma de evaluación, y aquellos que lo realizan son conocidos como catadores. Así es, el término correcto es "catador de tabaco", una figura que se sumerge en el arte de apreciar y distinguir los matices de este placer indulgente.
La cata de un puro se basa en la evaluación de cuatro aspectos fundamentales: equilibrio, sabor, cuerpo y final. Cada uno de estos elementos contribuye a la experiencia global de degustar un tabaco de calidad. Sin embargo, antes de encender el puro, hay un proceso de apreciación visual y olfativa que también influye en la percepción final.
Pasos para Catar un Puro
1. La Preparación Visual y Olfativa
Antes de encender el puro, dedica un momento a observar su apariencia. Fíjate en la textura y el color de la envoltura, así como en la construcción general del tabaco. Luego, acerca suavemente el puro a tu nariz y toma una inhalación ligera. Nota los aromas preexistentes, que pueden incluir matices de cacao, cuero o incluso toques de especias.
2. El Encendido
Para catar un puro, debes comenzar por encenderlo correctamente. Utiliza un encendedor que no aporte sabores extraños al tabaco y enciende el puro suavemente, girándolo para que el calor se distribuya uniformemente. Evita soplar directamente sobre la llama para no afectar el sabor.
3. La Degustación
Una vez que el puro esté encendido, comienza la verdadera cata. Toma caladas cortas al principio, permitiendo que el humo cubra toda la boca. Luego, toma una calada más profunda y deja que el humo llegue a la parte posterior de la garganta antes de exhalar. Si te sientes cómodo, intenta expulsar el humo por la nariz para percibir los aromas de manera más intensa.
Los Cuatro Pilares de la Cata de Puros
1. Equilibrio
Uno de los aspectos más importantes de la cata de puros es el equilibrio entre los diferentes sabores y aromas presentes. El humo interactúa con la saliva y las paredes internas de la boca, generando sensaciones que se interpretan como sabores. Un buen puro logra un equilibrio armonioso entre diversos sabores, creando una experiencia uniforme en el paladar.
2. Sabor
La lengua y el paladar son tus aliados para discernir y describir los sabores del puro. Las características que percibes en estas áreas corresponden a los sabores, mientras que los aromas se captan más eficazmente a través de la nariz. Los términos utilizados para describir los sabores son vastos y variados, desde madera y nueces hasta cítricos, café y chocolate. La intensidad del sabor puede variar de suave a fuerte.
3. Cuerpo
El cuerpo del puro se refiere a la fuerza y la sensación general que experimentas al fumarlo, más allá de la riqueza de los sabores. Esta sensación se siente en el pecho y la garganta. Piensa en el cuerpo como la potencia del puro, que puede oscilar entre suave y fuerte.
4. Final
El final es el sabor que perdura en tu boca después de exhalar el humo. Espera unos segundos después de exhalar y mueve la lengua por la boca para identificar el sabor residual. A menudo, el sabor final puede ser diferente de lo que percibiste mientras tenías el humo en la boca. La duración del final puede variar de corta a larga y contribuye a la impresión general del puro.
Entrenando tu Paladar y Maridaje
La clave para desarrollar tus habilidades como catador de puros es la práctica constante. A medida que adquieras experiencia, serás capaz de detectar matices aún más sutiles en tus puros favoritos. Algunos disfrutan maridando puros con bebidas como vino, whisky o cerveza, pero para una experiencia pura y auténtica, el agua o la soda son opciones ideales que no interferirán con los sabores naturales del tabaco.
En resumen, catar un puro es un arte que requiere paciencia, atención y práctica. A medida que te adentras en este fascinante mundo de sabores y aromas, descubrirás la riqueza y complejidad que los tabacos de calidad pueden ofrecer. Con cada calada, te sumergirás en un viaje sensorial único y apasionante.
